La violencia durante la niñez y adolescencia causa graves daños que pueden persistir en la edad adulta[1]. La población infantil y adolescente está expuesta a la violencia física, psicológica o sexual en los hogares, de camino a la escuela, en el ciberespacio o en las escuelas. Esto puede afectar el desarrollo físico y generar en la vida adulta problemas como depresión y la reproducción de conductas violentas. Inclusive algunos tipos de violencia que gozan de cierta tolerancia social, como los que derivan de estereotipos de género o inferiorización de la niñez, pueden tener estas consecuencias.
Para poder investigar los factores familiares, sociales y personales asociados con la violencia que sufre la población infantil y adolescente, el Instituto Nacional de Pediatría (INP) solicitó a Insad la validación de los instrumentos para la medición de violencia asociada a la crianza y cultura entre niños y adolescentes en México.
Entre marzo y mayo de 2018 se aplicaron dos encuestas a adolescentes de entre 11 y 17 años en seis escuelas secundarias seleccionadas de la delegación Tlalpan en la Ciudad de México, previa autorización de sus padres o tutores.
El trabajo de campo fue llevado a cabo por el personal de Insad en conjunto con personal del Instituto Nacional de Pediatría (INP) y del Centro Integral de Esparcimiento Lúdico y Orientación (CIELO).
Dado que los cuestionarios incluían temas sensibles para los adolescentes, como su percepción sobre el trato que reciben en los ambientes donde se desenvuelven, los entrevistadores fueron capacitados por la Coordinación de Estudios Avanzados sobre Maltrato Infantil-Prevención (CEAMI-P) en la entrega de primeros auxilios psicológicos ante crisis emocionales que pudieran sufrir los entrevistados.
[1] http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002469/246984s.pdf